martes, 23 de enero de 2018

Baloncesto Alevín Mas. Santa María del Mar 76 EPBazán-Rosales 36

Sabéis esos días en los que te levantas con el pie izquierdo, en los que un gato negro se cruza en tu camino, tras pasar por debajo de una escalera y después sin querer rompes un espejo. Pues básicamente eso es lo que tuvimos en nuestro partido contra Sta María del Mar.

Estábamos ante el último partido de la 1º fase jugándonos la segunda plaza y los planetas estaban desalineados para nosotros, tuvimos lo que viene siendo un mal día, un mal día de prácticamente todo el equipo, y con esto no digo en ningún momento que jugásemos mal, y ni mucho menos que el rival no se mereciese la victoria. El Sta María del Mar, la verdad es que hizo un partido de diez en cuanto a intensidad y velocidad, también en distribución de balón e incluso en cuanto a decisión de tiro. Además de tener un comportamiento correctísimo tanto en el banquillo como en la pista de juego.

Los nuestros mentalmente no estaban en el partido. En ataque íbamos pasados de vueltas y en defensa nos faltaba muchas veces una marcha. No había errores graves, y sí hubo ciertas jugadas muy acertadas durante todo el partido, de hecho conseguimos anotar 36 puntos que no es una mala puntuación. Pero el rival nos encajó 76, y eso sí que es significativo. 

Se lo dije a los niños y lo escribo en la crónica, tenemos un equipazo. Una plantilla de las de aspirar a los puestos cercanos al liderazgo, quizá no seamos terceros, puede que nos cueste mucho ser segundos y difícilmente seremos primeros a final de temporada cuando nos crucemos con los mejores equipos de la ciudad. Pero este equipo compuesto una mezcla homogénea de jugadores de primer y segundo año, que tan solo entrenan 2 horas a la semana, que no tiene a ningún entrenador ni entrenadora con un palmarés que quite el sentido, que pertenecen a un club que sigue en fase de crecimiento (aunque vaya crecimiento) y en el que no se exigen resultados, ni fases de ascenso como objetivos principales. Pues este equipo insisto en que es un equipazo y que lo que tenemos que hacer es trabajar y trabajar, y esforzarnos por lograr acabar la temporada orgullosos de lo que hayamos conseguido, mientras por el camino nos divertimos y aprendemos la valía de lo que implica un deporte en equipo. 

Un día malo lo tiene cualquiera, once jugadores y dos entrenadores con el día malo ,aunque parezca mentira, también es posible. Pero seguro que del pasado domingo todos nos llevamos algo en lo que pensar para nuestra casa, y esa auto-reflexión seguro que nos ayuda a todos a crecer un poco más en este deporte que es el baloncesto. 

El resultado fue 76-36 y los parciales 5-7, 16-4, 9-6, 17-5, 15-2, 14-12. Pero a éstas alturas no es lo más importante. 

También me apetece escribir hoy sobre la implicación de los padres, madres y jugadores de este equipo y esos esfuerzos que hubo para que jugásemos en las mejores condiciones posibles a pesar de que había jugadores que están comprometidos con otros deportes o actividades y demostraron que a este equipo no sólo se viene a echar una pachanga los fines de semana. Muchas gracias a todos. 

Y por último y ya voy acabando ésta crónica infinita. Gracias a Cala, entrenador de nuestro equipo benjamín y padre de uno de nuestros jugadores, que demostró nuevamente ser un gran compañero de club bajando a arbitrar un partido, a priori complicado, debido a la ausencia del equipo arbitral. No es la primera vez que nos salva la situación y ojalá fuese la última, ya que ésto significaría que la federación no nos deja sin árbitros, pero un agradecimiento especial y un aplauso para él por su gran labor.
 
Crónica Noel Miguelez
Fotos grupo de padres  Más fotos aquí

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