Cadetes
fem 02 Vs Cullleredo, derrota 112-26
a domicilio.
Se nos hace larga la temporada, y este
(tremendo) resultado no es más que la conjunción de muchos factores, pero no lo
hace menos dolorosos. En una plantilla tan escasa, empezar sin dos jugadoras ya
limita las opciones, y si a eso unimos la lesión de Sandra en la segunda parte,
la receta está hecha para un marcador abultado. La diferencia de calidad y
potencial es claro, pero sin duda es demasiado castigo para lo que sabemos y
podemos hacer. Pero es lo que hay, a revisar y aprender, base de cualquier
mejora futura.
Las diferencias fueron claras desde el
pitido inicial, con un parcial demoledor, gracias a nuestro inusual y espero
que aislado caso de inoperancia ofensiva, incapaces de anotar en acción, con
una cantidad de pérdidas en esos diez primeros minutos que me trasladaban meses
atrás, y que suponen un lastre con el que nadie puede aspirar a una victoria,
ni tan siquiera a no recibir un abultado marcador cuando se cometen tantos
errores. Las PERDIDAS, ese enemigo contra el que estábamos peleando bien últimamente,
regresó a nuestra vida, y lo hizo en su versión más cruda y salvaje, sin
apelación posible. El resultado, parciales a cada cual mayor, que dejaban a las
nuestras noqueadas a cada minuto que pasaba. Incluso sin energías para una transición
defensiva medianamente normal. El marcador es sólo una anécdota en lo vivido el
domingo, pero que refleja un tanteo que no queremos volver a ver.
En el plano individual, agradecer la participación
de dos jugadoras que aún enfermas aportaron mucha calidad, como Uxía autora de 15
puntos y de Adriana, muy mermada de su habitual capacidad, pero que sumó otros
4 puntos. De igual manera a cuantas participaron de esta particular batalla,
tal es el caso de Esther, aún lejos de su mejor versión, Sandra, voluntariosa
hasta la lesión de la que esperamos recupere muy bien y pronto, de Antía y
Sara, aportando minutos y detalles que invitan a optimismo. Y claro está, de
las dos infantiles, Sandra y Lucía, que por una jugada del azar se vinieron con
nosotros el día de la tormenta perfecta, pero que ayudaron mucho en los
abundantes minutos que estuvieron en pista por necesidades del juego.
En fin, esperemos que en la vuelta las
cosas transiten por cauce más normal, y podamos cerrar la temporada con un buen
sabor de boca, al menos por el trabajo realizado.
Crónica Julio G. Troncoso
Foto archivo.
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