El enfretamiento entre los dos benjamines del club se saldó
con un partidazo de los que marcan un antes y un después. Lo primero insistir
en que tenemos dos plantillas muy competitivas que dieron todo en la pista
desde el primer minuto hasta el último, lo segundo resaltar el buen ambiente
entre jugadores y jugadoras, equipo técnico y arbitral, sin olvidar por
supuesto a la grada.
El partido empezó con las defensas a tope, un primer periodo
que se saldó únicamente con tres canastas. La lucha por retener el balón fue
algo que tenían entre ceja y ceja, y así fue una sucesión de momentos en los
que el balón se veía agarrado por cuatro manos simultáneamente, obligando al
árbitro a parar el encuentro.
El segundo periodo tuvo un parcial de 9-1, el cual fue
determinante de cara al resultado final. El tercero quedó en 6-6, volviendo a
traer el equilibrio ofensivo y defensivo en las canastas del polideportivo Agra
II. El Emilia Pardo Bazán se fue diez arriba confiado de sus opciones en el
encuentro.
El cuarto periodo fue de nuevo de superioridad local en
cuanto a lo ofensivo saldándose con un 12-4. Pero el CD Rosales no había dicho
su última palabra en el partido, la plantilla que no había bajado los brazos en
ningún momento se armó de coraje y empezó el quinto periodo con ganas de
comerse la canasta rival y así fue.
El penúltimo de los sextos llevó al equipo visitante a
recortar distancias con un parcial de 3-9, dando un golpe sobre la mesa y
dejando claro que los partidos acaban cuando lo dice el árbitro.
Llegamos al sexto periodo con un resultado de 34-22. El CD
Rosales hizo una grandísima exhibición ofensiva e hizo todo lo posible por
secar las opciones de juego del Emilia Pardo Bazán a los cuales les costaba
llegar a la cesta rival. El desgaste se hacía notar en ambas plantillas y
cualquier error podría ser determinante. El Emilia marcó 5 puntos en este sexto
los cuales marcaron la diferencia del resultado, puesto que el CD Rosales había
logrado remontar el partido con un juego explosivo.
El encuentro terminó 39-34 demostrando así el aguante de
unos y el coraje de los otros. Sé que no soy alguien neutral en esta crónica,
pero creo que hablo por todos en que nos fuimos cada uno de nosotros contentos
con haber visto un partido así, en el que se compite al máximo, en el que la
deportividad es algo visible y en el que se ven los frutos del trabajo de los
que estamos directa o indirectamente participando en la formación de los niños
y niñas, y no solo baloncestísticamente hablando. En el partido que vimos jugadores, jugadoras, entrenadores,
padres y madres fuimos un único equipo aplaudiendo todos en la misma dirección.
Mención especial de agradecimiento a nuestro querido Nico
que tuvo y todavía tiene un papel determinante en lo que son a día de hoy estos
jugadores, y que nos arbitró lo mejor que pudo con el esfuerzo a mayores de
saber de qué pie cojeamos todos.
También no me gustaría olvidarme de Xune que no pudo jugar
por problemas ajenos a lo deportivo, y que nos encantaría haberlo visto pisar
la pista por primera vez. Aunque estamos seguros que nos dará muchas alegrías
próximamente como uno más del club. Y también a Marco Pallas que no pudo asistir al partido.
Y ya por último a los padres y madres que bajan a ayudarnos
en las tareas de rellenar el acta en la mesa, en esta ocasión fue Cala, pero
que como siempre decimos se agradece mucho que estéis siempre dispuestos a
realizar este esfuerzo.
Ojalá todos los partidos acabasen siempre así con la grada
aplaudiendo al unísono.
Crónica Noel Miguélez
Fotos Carlos Ramos
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